PRINCIPALES PATOLOGÍAS DE LAS UÑAS:       

Las uñas y su entorno sufren una serie de alteraciones que reciben el nombre de onicopatías.
Estas alteraciones son debidas a una serie de causas tales como:

1. Malformaciones congénitas, el individuo nace con ellas.

2. Malformaciones adquiridas, el individuo puede contraerlas a lo largo de su vida, entre éstas se encuentran:

a) Infecciones que pueden ser originadas por bacterias o por hongos.

b) Alteraciones de la consistencia, las uñas no presentan la elasticidad suficiente.

c) Alteraciones producidas por diversas cau­sas y enfermedades: Las alteraciones pueden afectar a la lámina ungueal, a los tejidos periungueales o bien a ambas a la vez.
Los trastornos de la lámina ungueal, a veces son consecuencia indirecta de determinadas enfermedades que atacan la matriz de la uña, o por la acción directa de determinados agentes químicos, físicos o traumáticos.

    d) Trastornos tróficos: Están provocados co­mo consecuencia de una mala nutrición.

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Infecciones de las uñas                                                                        

En este apartado hay que distinguir las pro­vocadas por bacterias, y las provocadas por hongos.

a) Infecciones bacterianas:

Son inflamaciones de los tejidos periunguea­les producidas por estafilococos y estreptococos principalmente.

·   Padrastros: Son unos filamentos de epi­dermis córnea que aparecen en la piel que rodea la uña. Son triangulares con base adherente y extremo distal puntiagudo. La base suele estar escoriada e inflamada, provocando dolor.

El padrastro puede dar lugar al desarrollo de un panadizo, en la que el padrastro está infec­tado e inflamado.

·   Onicocriptosis: «Uña encarnada». Afec­ción que se da en el dedo grande del pie. Con­siste en la penetración de la lámina en la ranura periungueal, provocando inflamación dolorosa y algunas veces llega a infectarse.

Las causas son, uñas cortas y excesivamente curvadas y el uso de calzado muy justo.

·   Onicofagia: Es el hábito de morderse las uñas, dejando la punta de los dedos sin protec­ción. La piel que la rodea está macerada por la saliva, siendo frecuentes los padrastros, infla­maciones e incluso infecciones.

b) Infecciones micóticas (hongos)       

Afectan a la lámina y tejidos periungueales. Estas infecciones reciben el nombre de onicomicosis.

A los hongos que afectan a las uñas y que se alimentan de la queratina de éstas se les deno­mina dermatofitos.

Una infección micótica frecuente es la:

·   Paroniquia crónica: Aparece enrojecimiento del borde ungueal y afecta también a la lámina ungueal, cambiando su color. Se produce en las manos que están mucho tiempo en agua.

2. Alteración de la consistencia ungueal                   

Es la fragilidad de las uñas o la tendencia a romperse, quebrarse o fracturarse por pérdida de la flexibilidad que las permite doblarse sin romperse.

Parece ser debido a no retener la cantidad suficiente de agua.

 También se presenta con frecuencia por el contacto con agentes químicos como detergen­tes alcalinos y disolventes, así como por trau­matismos.

·   Se denomina hapaloniquia al ablandamiento y adelgazamiento de la lámina ungueal. Se debe a una queratinización insuficiente y disminución del contenido en azufre.

3. Alteraciones producidas por diversas causas y enfermedades               

·   Onicoquicia: Consiste en la laminación de la uña en dos o más capas superpuestas. La uña crece normalmente pero al llegar cerca del borde libre se abre, se rompe, y continúa cre­ciendo en dos o más capas.

La principal causa reside en el contacto de las uñas con el agua caliente, la uña se ablanda porque capta un exceso de agua. Este exceso se pierde rápidamente al estar en atmósfera seca.

Esta repetición de humedad y sequedad da lugar a la pérdida de adhesión entre las células de la lámina ungueal.

·   Oniquia punteada: Son depresiones puntiformes que comienzan en la base de la uña hasta el borde, dando el aspecto punteado de un dedal.

    Se da frecuentemente en psoriasis, alopecias areatas y en eczemas.

·   Onicorrexis: Es la formación de estrías lon­gitudinales en la lámina ungueal con formación de fisuras; el borde libre de la uña queda como aserrada.

Aparecen en determinadas dermatosis y por el contacto con sustancias químicas que atacan la queratina.

·   Surcos transversales de Beau: Son surcos transversales debidos a la detención temporal del crecimiento de la uña. Aparece al nivel de la lúnula y van adelantando a medida que la uña crece, hasta eliminarse por el borde libre.

Estos surcos se deben a traumatismos (mani­cura mal realizada) a enfermedades cutáneas o alteraciones psíquicas.

·   Onicolisis: Es la separación espontánea de la lámina ungueal de su lecho, progresivamente desde el borde libre hasta la raíz.

Se da en casos de alteraciones en la circula­ción periférica, asociadas a hiperhidrosis (exce­so de agua). Diversos traumas pueden iniciarla o agravarla.        

·   Onicomadesis: Desprendimiento de la lámi­na del lecho rápidamente desde la matriz al borde. Se da en casos de traumas y algunas dermopatías.

·   Leuconiquia punteada o estriada (manchas o estrías blancas de las uñas). Se debe con fre­cuencia a traumatismos reiterados. Parece ser que es una queratinización incompleta, de manera que quedan retenidos en la uña gránu­los de queratohialina, que se eliminan por el borde de la uña a medida que crecen.

·   Leuconiquia total: Toda la lámina de la uña aparece blanca, se da en la cirrosis o en el sín­drome nefrótico.

·   Onicogriposis: Hipertrofia de la lámina un­gueal que ataca a una o a todas las uñas de las manos o de los pies. La uña afectada (general­mente el dedo gordo del pie) se deforma, se hace opaca, se obscurece, aumenta en espesor y longitud, tomando la forma de garra de animal. Las causas pueden ser debidas a traumatis­mos repetidos y dermatosis generalizadas